viernes, 21 de marzo de 2008

122. Echando la Vista Atrás

La casa duerme. Hoy me di el lujo de levantarme más tarde, y un día más comencé el día con la sensación de que la vida, aunque aprieta incluso hasta ahogar, no llega a matar si se siguen moviendo los pies.

La vista se me va a tiempos pasados. Recuerdo que el año pasado la Semana Santa fue más tarde, y por estas fechas se me dio la posibilidad de venirme a vivir al sur del Sur, a la ciudad del viento. Los vientos del cambio.

Vine con las maletas llenas de miedo, de preguntas y de tristeza. Mi naturaleza curiosa preguntaba el porqué de tantas cosas y mi naturaleza superviviente tejió una manta de silencio. "Sólo tienes que intentar vivir", me dijo.

Casi un año más tarde creo que, aunque muy toscamente, intenté seguir su consejo. No puedo decir que entienda más cosas que entonces, o que tenga menos preguntas. Puedo decir que la esperanza pudo al miedo, y las ganas a la tristeza. Y como regalo, la manta de silencio trajo serenidad, perdida a veces por tropezones tontos que me ayudan a conocerme mejor. No fueron los únicos regalos...

Todavía queda por vivir, pero ya no trato de entender. Si el tiempo me da conocimiento, quizá ya no lo necesite. O quizá ya estaré preparado para conocer. El querer saber a veces nos entronca en el suelo y no nos deja avanzar.

Otra vez la estación está a punto de cambiar. Como dije una vez, quizá la vida sea una sucesión de primaveras y otoños, radicalizados en veranos e inviernos. Vuelve la primavera, y esta vez me encuentra de fiesta, esperándola. Este año me adelanté y con mis torpes manos le tejí una manta suave de ilusión, calma y serena alegría.

Que dure...



12 comentarios:

Ana dijo...

No imaginas la sonrisa que me ha regalado tu entrada. Ilusión, esperanza, serenidad, silencio, preguntas, conocimiento ... LA VIDA, en su más pura esencia.

Besos de primavera.

Maria dijo...

Es cierto, el tiempo pasa volando y ya estamos de nuevo en primavera, echando la vista atrás nos damos cuenta de que somos mas fuertes de lo que habiamos pensado, que hemos superado cosas que pensabamos casi imposibles, que es cuestión de esperanza y aprendizaje.

Un abrazo!

Anónimo dijo...

A eso me uno... al camino que se sigue, a la esperanza del porvenir. Camina, no te detengas, deja que la vida te presente todo lo que prepara para ti, sin miedo, sin prisa. Esta Semana Santa ha sido mejor para ambos que la anterior... y que siga. Besitos alegres por ti.

Audrey dijo...

la sabiduria es un peine q nos da la vida cuando nos hems kedado calvos :)
q pases bien lo q keda de pascua...yo hoy tampoco trabajé. me he levantado, he tomado un poco el sol cn mis perros y luego me he tomado una cervecita mientras me hacia unas gambas a la plancha....oooooooohhhh...menudos momentos da la vida :)
muuaaaa

Elentrompe dijo...

La vida equivale a cada latido de tu corazon, temporal y sucesivo, lo demas es la consecuencia de ese tiempo definido por el largo, ancho y grueso del latido… la vida acontece, lo que pasa, nos pasa, es decir, acontece, nos “toca”, por esto, lo que pasa “se queda”, va constituyendo el contenido de la vida, su “haber” o “riqueza”, y en este sentido es la sustancia de la vida… intentar comprender los sentimientos de la vida de un modo concreto y no abstracto no lleva a nada, tendríamos entonces que verla dramaticamente…

“El tiempo que no has vivido / no sabes a lo que sabe. / El que has vivido y que vives / sabe a ceniza y a sangre. / Lo que aprendes al saberlo / es un saber de la vida / cuando es un sabor del tiempo”

… abrazos de fe en la vida !!

Guitarrero dijo...

¡Feliz regreso a todos!

ANA:
Pues sonríe mujer, que me alegra mucho tener que ver algo en la sonrisa que me dices.
Que nos dure a ambos la primavera de espíritu.
Un besote gigante.

LOLYLLA:
Yo no sé si soy más fuerte, de hecho sólo sé una cosa: aunque todo se quedase quieto, el tiempo pasa.
Quizá las cosas se superan, o si no es así, el dolor remite. El caso es que las heridas no vuelvan a abrirse.
Hoy tengo un "abraziño" para ti.

ISABEL:
¡No nos mires, únete!
Esta Semana Santa vino como un regalo. Gracias por pasarte a tomar un café y compartir nuestras alegrías y aprendizaje.
Show must go on!
Una abraçada molt forta.

"TERROR EN EL HIPERMERCADO"
¡Qué caña la frase del peine! Es como cuando se dice que Dios da pañuelos a quien no tiene mocos.
Di que sí, a menudo son esos pequeños ratos los que nos recuerdan que vivir no tiene por qué ser tan difícil, que hay cosas increíbles por disfrutar y que basta tomarse un momento para ver que vale la pena.
¿Y si a ti te dejo la traca final de... cosquillas? ¿Tienes?

ENTROMPE:
Chatooo, me he asustado con tu nick. Lo que hacen las diferencias de lenguaje, poldiós.
¡Bienvenido!
Vivir a veces también es como hacer limpieza, desechando lo vano y quedándonos con lo relevante, tienes razón.
Sólo se trata de vivir, esa es la historia...
¡Abrazos de esperanza para ti!

tchi dijo...

Un abrazo de felicitación pascual.

Bett dijo...

:')

Nadie mas que vos y yo sabemos lo que se siente en nuestra primavera... y lo mejor de todo es que tenemos dos al año! asi que claro que durara!

Sonrie bichete! sonrieme siempre.


Besotes!

titania dijo...

Quiero leer este post con mas calma, pero no podía resistirme a pasar sin dejarte un besazo peque.

besos.

Anónimo dijo...

De vuelta:

TCHI:
Gracias por el detalle de tu felicitación. Muy feliz Pascua para ti y los tuyos también.

CARNÍVORA:
¿Quién no sonríe teniendo dos primaveras al año y el corazón bien cuidado?
Quién me iba a decir hace un año que esto sería así.

BICHÓLOGA:
Dejo colgado un abrazo enorme para cuando vuelvas a leer despacio.
Tenemos que ponernos al día...

Anónimo dijo...

Como me alegra sentirte así de primaveral y optimista, reencontrando la ilusió de la vida, esa que se fabrica día a día con voluntad y esperanza clavando la mirada en el futuro...que aun tiene mucho con que sorprendernos.
Un beso

Anónimo dijo...

Y ahora llega el otoño de nuevo, y comienza otro ciclo más. Para mí, los años estacionales (y mentales) siempre comienzan ahora, en septiembre. Quizás porque mi reloj interno sigue coordinado con el horario escolar, es lo que tenemos algunos, que nunca dejamos de ir a la escuela, de aprender, de maravillarnos, de coger impulso y superar obstáculos que parecían insalvables.
Una parte de esa fuerza, quizás, es debida a tí. Fuiste una importante (y buena) influencia en un niño de quince años que ni siquiera había comenzado a volar.
Esta noche, rebuscando en rincones del pasado, he llegado hasta aquí. Quería saludar y dejar algo de huella.

GRACIAS

A