jueves, 24 de abril de 2008

127. Memeando Ando


Illyakin, o Pepita (creo que Grano no le gustaría) me ha mandado deberes. Tengo que decir ocho cosas que me gustaría hacer antes de morirme. ¡Anda, ocho! ¡Mi número! A ver si consigo no ser ni dramático ni pasodetodo:


1. Me gustaría cruzar contigo un paso de cebra, de esos larguísimos y con un semáforo perenmente intermitente. Si el camino nos lleva al mirador que me contaste, mejor.

2. Si el camino lleva a Australia, tampoco pasaría nada. Europa del Este tampoco estaría mal.


3. Ojalá perdiese el miedo a todo animal viviente, de dos o más patas.

4. ¡Tocar el saxofón! Dicen que es el instrumento más erótico del mundo. ¿La gente lo toca o qué hace con él?


5. Que alguien me llame "Papá", aunque luego me pida la paga o me enseñe los cates.

6. Me gustaría ponerme la ropa que tengo aparcada en el armario a la espera de engordar. Estoy en plena "Operación Armario Empotrao".


7. Tener la certeza de que os volveré a ver. Que no sea una teoría que alguien inventó, sino que sea posible de verdad.

8. Tener la fuerza de remediar males pasados, y la suerte de no repetirlos.



¿Pensábais que os iríais de rositas? No, no, aquí están las ocho personas tremendamente afortunadas a las que envío la patata caliente:

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MariBeta, la bicheta.
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Diva Bichóloga.
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Mi Aráculo personal.
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Aunkeleduela.
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Marchiana.
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La tita de Carlitos.
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El tito Miguel de London.
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Lolyña.

Isabel y Ana, entre otros, se han salvado por los pelos. A la próxima, caeréis...

domingo, 20 de abril de 2008

126. No Quiero un Padre

Te refugiabas en él como una niña asustada ante la tormenta de la vida. Fue para ti una pareja, un amigo, y un padre. Eso último es lo que le echas en cara, cuando tú misma ibas a acurrucarte en su pecho.

Ahora dices que buscas alguien que te motive sexualmente, porque eso es algo muy importante. Fíjate, en eso ya tienes hechos muchos descartes: no eres ni para los eyaculadores precoces ni para los violadores en serie, ni para los impotentes ni para los disfuncionales. Los que tengan cualquier tara física que les impida mantener relaciones, tampoco tienen nada que hacer contigo.

¿Y tú me dices que enamorarse es lo mejor que le puede pasar a alguien?

Quizá tú no de él, pero él estuvo enamorado hasta las trancas de ti hasta que pasó lo que pasó. Me gustaría encontrármelo alguna vez por Madrid. Quizá su forma de quererte tenía algo de paternal porque él quiso ser tu roca, al menos hasta que la roca dejó de resultarte morbosa. Ser roca ya es difícil. Ser una roca pisoteada es muy duro. Te quiero y te respeto, pero no puedo darte la razón.

Sigues siendo la niña asustada, eso lo sabes tú, lo sé yo, y lo sabe quien te conoce. Ponte los caparazones que quieras, disfrázalo como mejor puedas, pero estoy seguro de que en esos momentos en que callas y te reencuentras, echas de menos a ese padre-amigo-novio que siempre quiso estar contigo, aun cuando tú no querías.

Niña L, pase lo que pase, nos tienes a tu lado. Eres un peligro si se te deja sola. Ahora me pido ser yo el padre que te ponga las pilas. Tú lo pediste. A D le deseo suerte en la vida. Te regalo una canción que espero sientas como tuya dentro de no mucho. A mí al menos me da paz.



A menudo me pregunto
por qué siempre que me besas me deshago...


lunes, 14 de abril de 2008

125. Renunciar para Elegir

A veces las conversaciones que estaban encaminadas a hacer reír se tornan en temas que hacen pensar.


Ayer volví a preguntarme a mí mismo en esa conversación qué pasaría si la oposición en Madrid y Andalucía fuese el mismo día. Tendría que elegir, y al mismo tiempo renunciar. Si se me ocurre sacar plaza, tendría que renunciar al trabajo que tengo ahora. A veces hasta he pensado que quizá sería conveniente que se quedase así la cosa.

Esto enlaza con un correo que me llegó el otro día sobre cómo dar la vuelta a los pensamientos negativos. Gran parte de nuestro modo de vida se basa en nuestro estado mental, una parte de nuestra persona de la que también podemos ser dueños. El correo venía a decir que ante situaciones que no nos gustasen tendríamos que pensar su parte buena.

Tengo salud para estudiar y trabajar. Tengo un trabajo, un jefe que confía en mí lo suficiente como para delegar y una secretaria que me mima. Tengo la posibilidad de elegir dónde voy, tengo libertad. Puedo renunciar porque tengo la opción de tomar otro camino. El pensamiento de pérdida que me hace triste puede a la vez hacerme libre mirado como oportunidad. You grieve, you learn.

Como comenté en la entrada anterior, vi un artículo donde se hablaba de que el cerebro humano no está hecho para la felicidad. Por sí mismo no. Nuestra voluntad juega un papel esencial en la búsqueda de la felicidad en que se convierte la vida. You live, you learn.

Sigue buscando, y si encuentras lo que te haga feliz dímelo. Mejor en compañía.

domingo, 6 de abril de 2008

124. Gotas de Agua Dulce

Dices que querrías escribir sobre algo más, pero que todo lo que te sale sabe a mí.

Te digo que ojalá pudiese escribir sobre sentimientos así. No es algo que se me dé bien. Nunca me abrí así para escribir lo que me pasaba por dentro. Mis allegados saben lo que ocurre, y con eso me basta. Sin embargo, sé que sonreirás si ves esto antes del miércoles.

Ser artífice de una sonrisa en un rostro ajeno es de lo más grande que hay en la vida, al menos para mí.

Has llegado como la canción de Juanes, como gotas de agua dulce sobre mi alma. Como las lágrimas del Ave Fénix, entre los dos conseguimos curar nuestras heridas. Eres la dulzura hecha compañera pero no, no voy a regalarte esa canción.

No sé dónde nos llevará esto, y tampoco lo quiero pensar. Se han acabado esos tiempos de vivir agobiado, de querer que todo sea perfecto. A veces es justo eso lo que dinamita las cosas. Yo te gusto así, y tú a mí me encantas así, con esa mitad tuya de angelito y la otra mitad, que soy yo, de lobo feroz con dentadura postiza.


Y puede ser que me equivoque otra vez,
y puede ser que vuelva a perder
pero hoy la vida me dice
que me toca a mí eso de sentirme bien.


Suena egoísta, ¿verdad? Pero si tan importante es para ti que yo esté bien, me esforzaré en disfrutar y en estar bien. Así me aseguro que tú también lo estés.

Sigue llevándome de la mano como hasta ahora. Sigue enseñándome, aunque sea mal aprendiz. Pondré todo el empeño que tenga dentro. De momento, pasear contigo está siendo una vivencia maravillosa. Y para maravilla... tú.