domingo, 7 de octubre de 2007

90. Cama para Dos

De nuevo, volví a despertarme en lo mejor.

Estábamos juntos en la cama, abrazados. Sonreías, y en la curvatura de tus labios quedaba prendida mi dosis de felicidad matutina.

Dormir contigo, estar juntos y verte feliz. Felicidad plena estropeada de nuevo por las primeras luces del día y el súbito latido exacerbado del despertador.

Con los ojos ciegos busco, sin despertarte, sin moverme apenas, las gotas de energía con las que me ayudas a afrontar cada día. Noto una leve sonrisa abriéndose camino en mis labios, mientras a tientas trazo con mis dedos el dibujo que tu piel dejó en mi memoria.

A tientas, pero con la seguridad del que sigue un camino previamente transitado, de la senda preferida para perderme, acaricio los contornos de tu cuerpo plácido, que descansa en la neutralidad del territorio cubierto por las sábanas, frontera entre mi piel y tu... ¿¿¿tus pelos???



Así conocí a Oliver, tras un sueño que me dejó con la miel en los labios y el miedo en el cuerpo. Porque siempre me han dado un no sé qué los gatos, y tener uno en mi cama así por las buenas no era algo que siquiera hubiese soñado jamás. Siempre vi a estos animalitos como imprevisibles. Desde crío me dijeron que mirarles directamente a los ojos no les gusta y que pueden saltar cuando menos lo esperes. Lo que no me habían dicho es que, también cuando menos lo esperes, se te apalancan en la cama sin previo aviso.

Nunca hasta ahora se me hizo tan cierto aquello de que "La vida hace extraños compañeros de cama". Oliver y yo llevamos compartiendo cama unos cuantos días, y ya nos hemos habituado el uno a la rutina del otro. Cuando me levanto, él se levanta; desayunamos a la vez; nos ponemos a trabajar a la vez, yo desde casa y él... "gamberreando" por ahí hasta que, por la noche, cenamos y finiquitamos el día.

Una buena amiga que entiende de animales (hola, Liber) me aconsejó llevarle al veterinario. Las manos me temblaban cuando le llevaba envuelto en una toalla, las patas agarradas para que no intentase huir. Hasta entonces yo ni sabía decir si Oliver era él o ella, no nos conocíamos tanto. Ahora sé que tiene dueño pero que me gorronea por las noches. Liber dice que me ha adoptado y no tengo claro si eso es bueno o malo. De momento, aprendí que los gatos también pueden comer salchichas y jamón. Para ser gato, tampoco es que de momento deje muchos pelos. Y encima, hoy, al ponerle el desayuno... ¿me hizo un mimo?

Vamos, que por un lado espero que algún día adopte a otro o vuelva con su "dueño de día", y por otro lado, si se encuentra bien aquí, quizá sea cuestión de perderle el miedo.

12 comentarios:

Ara. dijo...

Ya sabes que todo consejo animalero que necesites... aqui me tienes.

Besos varios y ronroneos para Oli

Anónimo dijo...

Si un dia se va te dará pena..así q acostumbrate a él y puedes practicar los "te quiero"..yo se lo digo a mis perritos..q x cierto duermen conmigo:)...asi q disfrútalo y dale atún¡¡¡¡:)

•Mar• dijo...

oooooooooooooh tenes un mininooo!!!
No se porque dice mi Ninnette, q ya le caes bien XD jaja!
Mira los q juzgan a los gatos es porque nunca tuvieron uno o simplemente porq tuvieron alguna mala experiencia. Una vez q le conozcas mejor ya veras como te llena la casa de vida (sisis y pelos!), siempre andara por ahi ese amigo silencioso al q todos nombran como "traicionero" pero q en el fondo en un mimoso adorable.
A los gatos hay q saber conocerlos y una vez te dejen... no podras dejarle ir ;)
Un beso a los dos!!

Anónimo dijo...

Uichhh Javier! Si tu gato me viera, saldría corriendo seguramente como alma que se la lleva el diablo!.

De pequeña he vivido en el campo y como no, rodeada de gatos de todo tipo y colores! Según me han contado, me adoraban...y yo a ellos, ejem! no tanto la verdad. Los cogía por el rabo y me los echaba a la espalda y otra cosa más fuerte que no voy a escribir aquí por si hay alguien a quién pueda herir su sensibilidad.

Estoy de acuerdo con "March"...traicioneros? Qué va! Nunca me hicieron nada! Por lo visto aunque les hiciera el mayor de los daños siempre andaban ronroneando alrededor mía. Curioso, eh?.

Así que cuídalo mucho, es realmente agradable sentir como se rozan contra tu pierna cuándo menos te lo esperas...

Anónimo dijo...

El texto más tierno que he leído en mucho tiempo.
A veces esos preciosos sentimientos pueden dedicarse a quienes menos imaginamos... Oliver es una delicia, no me extraña que le dediques unas letras tan maravillosas.

Guitarrero dijo...

LIBER:
Cuento con ello. O mejor dicho, cuenta TÚ con ello ;)

AUDREY:
Lo del atún y el paté ya me lo han dicho, creo que vamos a tener cierto tira y afloja por las comidas.
Los "te quiero" no necesitan práctica; son los "te amo" los que no acaban de salirme xD

MARCH:
¿Tienes a Elsa Pataky en casa, Ninette?
Voto por la segunda razón, aquello de las malas experiencias. Supongo que se trata, como dices, de saber conocer por dónde respira Oli.
En cuanto a irse, me temo que se irá el solito cuando se aburra o quiera buscar otros horizontes.

ELY:
Eso me recuerda cuando tuvimos un pollito en casa. Cuando se convirtió en gallo, ya no nos hacía tanta gracia "jugar" con él.
Lo tuyo con los animales debe ser una atracción fatal, jajaja

ISABEL:
El de la foto no es Oliver, pero es igual de salao el tío.
Supongo que alguien me está ayudando a abrir el corazón de nuevo, y ya entran hasta los gatos por ese hueco.
Las "culpas", a MariBeta.

Anónimo dijo...

Piérdele el miedo, sin duda, y se te abrirán las puertas para el más sincero disfrutaero con las cosas que pueden llegar a hacer estos bichos y lo que pueden llegar a hacerte sentir. ¿Se nota que tengo/me gustan los gatos? Un gato es la única cosa sobre la tierra capaz de tranquilizarme en cinco segundos en plena crisis de ansiedad/ofuscación/tristeza o cualquier otro estado anímico poco recomendable. Claro que también tienen la capacidad de hacerte enloquecer cuando lo que hacen no es tan idílico... Sigo diciendo que tengo pendiente escribir un post gatuno. A ver si me animo.

Besotes.

PS: yo tampoco digo te amo nunca; y leyéndote, me queda la duda si se lo dije a alguien no hace tanto... o quizá lo pensé y al final no lo hice, y de ahí mi duda.

Anónimo dijo...

Pssseee, psssse oyeee! qué soy la qué me echaba los gatos a la espalda (por nada del mundo se lo digas a Oliver, eh? jajaja)!!!.

Mira por dónde, hoy ha sido el día de hacerme un nuevo blog...

P.d= Mi nick venía de antes, nada qué ver con Oliver..qué tu verás qué me coge manía de verdad! jajaja.

chiki dijo...

pues sabes la verdad yo tengo envidia a oliver ya me gustaria q me diera mimitos javi jaja,javi yo no soy amiga de los anim ales ero se q oliver te da compañia conq le
cojere cariño a oliver jaja
pd :cuidate

Bett dijo...

jajajaj Ahora me decis MariBeta?
es que con la cantidad de sobrenombres que me has puesto va a llegar el dia en que dude hasta como me llamo! :S

(no se si sere tal culpable!)

Con respecto al gatito, (me puse algo celosa, no lo voy a negar)
Disfruta de la compania, pierdele el miedo, cuidalo, (cualquier cosa llama a Liber :p), protegelo...son buenos compañeros.

Un besote!

Guitarrero dijo...

ILLYAKIN:
¿Cómo llevas los juegos malabares? Verás que podrás con todo, yo continúo siguiéndote la pista.
A mi compañero de piso, Oliver le hace enloquecer y no en el buen sentido. Por ejemplo, abre otro brick de leche para no beber del que utilizo para el bol del "bicho".
Ya me alegro de que tengas "disfrutaero" y "tranquilizaero". Quizá con el tiempo, yo... no sé.

LA GATA ELY:
Me alegro de que hayas comenzado blog nuevo, porque en este sí que podré comentar. El otro me daba problemas.
La dirección: http://requetemiau.blogspot.com/
Oli ya se ha pirado de casa, debe ser un personaje muy ocupado, sin tiempo para odiar. Te guardaré el secreto de todos modos.

CHIKI:
En tu caso, "hermana" convalida como animal de compañía. Cuídala, te hará bien y ella te podrá cuidar a ti.

MARIBETA:
¿Celosa de Oliver? Hasta la fecha creo que no me ha dado por la zoofilia, y las mujeres me gustan con otro "estilismo".
PD. Tic, tac, tic, tac...

Ana dijo...

Ojo que los gatos son muy celosos ¡¡¡
Me encantó el post ... tu dulzura para llegar hasta los pelos del minino ... y mi imaginación por otros lares... no acierto una ¡¡¡

¿Y si le enseñas a traer el periódico, las zapatillas, pasar la aspiradora y demás variedades?
Que se gane lo que come ¡¡¡

Besos y ronroneos para el extraño infiel. Feliz semanita.