martes, 10 de abril de 2007

40. Tuentos para la Luna - III

¡Ayer vino la luna! Me fallaban las palabras y no pude tontarle la parte del tuento que correspondía. ¿Que cómo es posible que hable por los codos y en los momentos importantes me falten las palabras? El resplandor de la luna, que me ciega aunque aparte la mirada de su luz.

"Sebastian afinó el oído. En medio del silencio del almacén oyó un martilleo sordo y acompasado -pom, pom, pom- que venía del piso de arriba.
- La pata de palo del señor Albatros es la que hace ese ruido -dijo el perro Timoleón.
- ¿El señor Albatros tiene una pata de palo? -exclamó Sebastian-. ¿Por qué?
- Porque su verdadera pierna se la comió un tiburón durante una travesía por los mares del sur -respondió el perro con voz lúgubre.
Sebastian lanzó un grito de horror.
- ¿Un tiburón? Entonces, ¿el señor Albatros ha sido marinero?
- ¿Marinero? ... ¡Capitán de altura, señor mío! -rectificó León con gran dignidad-. Ahora comprenderá usted por qué mi amo se pasa la mayor parte del tiempo en el desván. Para un viejo marino, un desván... se parece a un navío.
"Es verdad -pensó Sebastian-. Sobre todo cuando viene un pájaro y se posa en una viga, como si fuese un mástil. Y cuando sopla el viento alrededor de la casa."
- Y durante ese tiempo -prosiguió el perro- ¿quién atiende el almacén? Yo, Timoleón, para servirle... Un ojo en la caja del dinero, el otro en el mostrador. Y ¡mil rayos!, que a nadie se le ocurra engañarle a Timoleón al pagar. Pero... hablo y hablo, y no hago más que hablar... ¿Qué le sirvo, amigo?
- Un kilo de galletas -dijo tímidamente Sebastian.
- Ahora mismo se lo sirvo. Mientras, ¿quiere hacerme un favor? Coja de ahí, de la estantería de arriba, un paquete de velas que tengo que subirle a mi amo. Las va a necesitar esta noche para terminar un capítulo de sus Memorias. Por cierto, es un capítulo muy triste, créame...
La voz de Timoleón se asemejaba ahora más a un ronco ladrido que a una voz humana. Efecto de la emoción, sin duda...
- Porque en ese capítulo -prosiguió- mi amo narra cómo su hija, la pequeña Rosalía, desapareció la semana pasada. Estaba jugando en el desván, esperando la hora de ir a la escuela. Luego, cuando el señor Albatros fue a buscarla, ya no estaba la niña. Era como si Viento-del-Norte, que aquel día soplaba muy fuerte, se hubiese llevado a Rosalía cuando estaba asomada a la ventana del desván..."


(Los Alegres Viajeros, de Marcelle Lerme-Walter, pp. 14-16)

4 comentarios:

Paloma dijo...

... en los momentos importantes, las palabras, la mayoría de las veces, sobran!!!

Un besoooo, pishaaaa

titania dijo...

Peque.
1) Copia el dibujo que emcabeza tu blog (mi guitarra) y lo guardas, no me fastidies no lo pierdas.

2)Das a elegir plantilla nueva, te guardará todo lo que tienes en el blog, bueno no sé si esa midificacion que hiciste de alinear los textos en la columna latera, de cualquier forma eso supongo no será dificil volver a conseguirlo.
Tienes la possiblidad de volver a ellegir la misma plantilla que tienes, pero podrás beneficiarte de todo lo que te ofrece el nuevo sistema, das a guardar plantilla, y tendrás que ver en tu panel de control que aparece la palabra diseño, entonces estará bien. Tendrás entradas antiguas y la posibilidad de añadir montones de cosas para tu blog.

Una vez tengas esto desaparecerá el logo de mi guitarra, pero yo te enseñare como volver a ponerlo, no pierdad el logo, COPIALO ANTES, LUEGO NO DIGAS QUE NO TE LO DIJE JEJEJEJE.

cUANDO TENGAS TODO ESTO SEGUIMOS CON LA XPLICACIÓN.

mE DE DEBES UNA CENA JIJI.

Bett dijo...

jajajaja! que eres linda Marta! :P
buena leccion!

Yo sigo al pie de la letra los relatos que le cuentas a la luna.


Un fuerte abrazo a los 3!

Pd: Javi si necesitas ayuda coon algo del blog, no dudes en pedirla.
Ya sabes donde me encuentro

Tres bezosss para cada uno igual!

Guitarrero dijo...

Buenos días.

Marta, ayer hice todo eso y el resultado fue desastroso. Me aaa...aaa...ccc... acojjjj... acojoné tanto que lo dejé todo como estaba. Había que cambiar muchísimas cosas, incluso el alineado de cada entrada porque en una me hacía doble espacio y en otras estaba todo pegado. Mu raro.

Paloma, a veces las palabras, aunque suene superficial, es el aroma que tenemos de las personas. Si sobran... todo se marchita.

Gracias Bett, pero no tengo claro que siga la saga de tontar tuentos. Es un libro muy bonito que invita a soñar... no creo que la luna acepte mi invitación.