jueves, 25 de enero de 2007

13. Rarezas - I

Siempre volviendo a mi Cádiz, recordé el título de un grupo de allá llamado "Los Cucas". Curioso nombre para un grupo, y curioso nombre para un disco: "El Ser Humano es Raro". MO-GO-LLÓN, diría alguien que yo me sé. No me considero MO-GO-LLÓN de raro, como todos tengo mi paquete de rarezas desde que surfeaba por los fluidos maternos. Mi favorita es la soledad elegida de los raritos que vamos solos por los mundos, tan felices. Porque existimos los frikis encantados de serlo. Porque tenemos hasta Día del Orgullo Friki.
Porque nosotros también lo valemos.

Reconozco que no es sólo que me encante, sino que le veo muchos beneficios a eso de pasear solo por la calle y perderme por mi ciudad. Hay veces que podríamos envejecer pensando cuándo nos van a llamar para quedar o cuándo nos pondremos de acuerdo con alguien para salir. Vamos, el caso es ir acompañado. No entiendo por qué todo el mundo necesita estar acompañado de todo el mundo para no sentirse solito y desgraciado... justo después de oír por todas partes que la Navidad es una época muy falsa porque todo el mundo está feliz y hay que reunirse por narices... ¡Si cuando decido salir de casa expresamente para estar conmigo mismo a veces soy el tío más feliz!

En serio, si no hubiera salido a darme una vuelta por el centro aquel día en vez de esperar una llamada que no llegó, no habría descubierto en pleno casco urbano una tienda donde hacer jabón es todo un arte. Desde un par de calles se huele un aroma hecho de varios aromas, ya que en este sitio hacen el jabón en la misma tienda. Huele genial, y encima tiene bastante clientela, aunque no creo que compre allí nunca. Igual que aquella vez que literalmente me perdí y desgasté suela hasta dar con una tienda de compraventa de libros de segunda mano. Gracias a eso he podido deshacerme de un par de cajas que almacenaba en el trastero... aunque a su vez las haya llenado de libros por los que cambié los que supuestamente iba a vender.

Eso me recuerda que debería volver a esa tienda a "descargar", y también que soy un "zoquete geográfico". Tengo la orientación en el dedo gordo del pie. De cualquiera de los pies. A ras de suelo, pero con un olfato pésimo. Ese día, tras tanto andar, por fin encontré una boca de metro y me sentí salvado. Cuando fui la siguiente vez a cambiar libros, vi que la boca de metro estaba a escasos cinco minutos de la librería. Cuando coja al que me gasta bromas cambiando las tiendas de sitio...

En serio, ir solo tiene muchos beneficios. Aunque siempre que vaya a un restaurante sin compañía haya quien me mire mal, yo podría mirar mal también. ¿Que por qué? Recuerdo con sonrisa pícara mi etapa de administrativo, donde la hora de la comida hacía extraños compañeros de mesa. Dos personas que no se dirigen la palabra habitualmente pueden aguantar toda una hora en la misma mesa con tal de no comer solas. Im-prezionante. ¿Qué queréis que os diga? Para estar así, prefiero ir "on my own", a mi pedo. Así no tengo que pensar que como mi acompañante está comiendo sano yo no puedo comer como un cerdo y ponerme las botas. No tengo que esperar a que salga del baño para empezar a comer o para irnos. El acuerdo no existe: iré a comer donde me plazca y miraré con descaro las caras de otras personas, algunas tremendamente aburridas y mirando de soslayo el reloj para saber cuánto tiempo les queda de tortura hasta volver al tajo.

Casi lo mismo ocurre en el cine. Otra canción me viene a la cabeza, esta vez de Tontxu, donde dice que jamás fue capaz de ir solo. Está en la canción "Vuelvo", que recomiendo. Este no lo ha probado, con lo fácil que es ponerse uno de acuerdo consigo mismo para ver tal película en tal sitio y en tal sesión. Y si quiero ir a la sesión golfa, no tengo que convencer a nadie. Puedo hincharme a palomitas sin poner mirada asesina a quien quiera echar mano de ellas, puedo hasta pedir el supermaxicombo o palomitas de colores sin pedir permiso a quien me acompañe. Es más fácil que te acomoden en un sitio que te guste, como aquella taquillera que me preguntó a modo de confirmación si le había pedido sólo una entrada. Para reconfirmar, me lo preguntó dos veces. Que sí mujer, que vengo solo. ¿Sabéis qué? Me dieron un sitio en el que podía estirar las piernas sin dar al asiento de delante; el respaldo iba justo a mi medida para reposar la cabeza; el acomodador vino antes de empezada la película a asegurarse de que estaba todo bien... Es lo bueno de que se asocie el ir solo con ser crítico de cine.

Es genial ir solo a los sitios, al menos alguna vez. Uno se lo pasa muy bien en compañía, pero empiezo a ver claro que antes de esperar que me acompañen, yo mismo y mi mecanismo nos vamos a ver mundo. Aunque haya quien me mire raro, no sabe lo que se pierde. El frikismo puede ser salud.

Y si piensas que de friki no tienes nada, atrévete a hacer el FRIKI TEST . Sólo pincha en el enlace o consulta http://www.frikitest.net/.

Porque frikis somos todos.

4 comentarios:

iratxina dijo...

Que bien que mi niño sea MOGOLLON de raro!tus rarezas son las que te hacen asi de encantador!

MUASSSSSSSSSSSSS , LO SABES NO?

iratxina dijo...

En mi aburrimiento infinito me dio por hacer el test, dios mio vaya preguntitas..... y el resultado es.. que no soy friki , soy normal , que te da a ti nene? sorprise me :-P

Anónimo dijo...

a ver nene tu nunca iras solo a ningun sitio,pq aunq no me sientas siempre camino al lado tuyo,un besazo

la loca guipuzcoana

Guitarrero dijo...

Me da que soy friki, por esa regla de tres soy tope encantador para otros frikis y rata de laboratorio para los que no lo son, jejeje

Chiki, a veces es bueno ir solo. Se aprende mucho: a valorarse a uno mismo, a valorar la compañía, y sobre todo a seguir viviendo sin importar ir solo o acompañado.