sábado, 3 de mayo de 2008

128. A mis Sueños les Falta tu Nombre


- De hoy no pasa. Reviento si no se lo digo.

Llevaba repitiéndose esto mismo día sí y día también, con la mirada fija en la entrada de la cafetería. Hoy, como otro hoy cualquiera ya pasado, también era el día.

Varias veces le pareció escuchar la música que acompaña a esa risa tan conocida para él, y que tanto significaba. Los sábados ni ella ni su risa solían fallar al café de la tarde. Hoy era sábado. De hoy no pasaba.

Cada vez que alguien entraba, él dejaba lo que estaba haciendo y miraba rápidamente al nuevo cliente, esperando que fuese ella. Miró su reloj; todavía no era la hora. ¡Qué lentos pasan los segundos cuando el corazón está dominado por el ansia de la espera! Y qué rápido se le pasaba el tiempo cada vez que ella y sus amigas pasaban parte de la tarde del sábados allí mismo, delante de él, a veces cara a cara. Lástima que los ojos de ella pareciesen no darse cuenta.

Lo inevitable ocurrió también este sábado, calmando su síndrome de abstinencia. Él quería empaparse de su imagen, de sus ojos cerrados al reír, de su cabeza ladeada al escuchar, de la forma en que la cuchara iba a parar a su boca en un gesto automático, mientras ella estaba absorta en la conversación. Él necesitaba ese material para sus sueños porque, sin saber cómo, ella había aparecido en ellos y ya era tarde para dejarla ir.

Hoy tenía que ser el día. No podía volver a pasar que ella se fuese y todo quedase igual. Garabateó unas palabras en una servilleta de papel, reunió el valor suficiente para acercarse a su mesa, y la dejó junto con la cuenta justo delante de ella.



"A mis sueños les falta tu nombre"


Hoy él necesitaba saber su nombre. Ya que los sábados él no existía para ella, al menos cada noche, en sus citas clandestinas, él podría llamarla a gritos antes de despertar. Así podría arrancarle la promesa de que en el dominio íntimo de los sueños, él era el único, y ni ella ni su risa volverían a irse a la espera de otro sábado.


7 comentarios:

Ambrosía dijo...

Ayy..el amor con que poco se conforma a veces,...le basta con saber un nombre para alimentar los sueños de cada día, y otras en cambio todo le parece escaso.
...espero que al final hayas averiguado ese nombre.
Un beso

•Mar• dijo...

Haaay! q bonito! me imagine cada escena y se me hizo muy dulce la forma en q él contemblaba a la chica de sus sueños ;)
[eso si... espero q no se conforme con tan poco no ? ;)]
Un beso Javi.

Anónimo dijo...

Qué precioso relato... mis sueños tienen nombre, pero me encanta el misterio de los del protagonista de tu texto.

Audrey dijo...

q bonito¡

Ara. dijo...

Y yo venga a llorar...

Maria dijo...

que bella frase!!! y que historia... me ha encantado! imaginaba mientras leia... excelente!

un besote y suerte con esas oposiciones!!!!

Anónimo dijo...

Mucho mejor dar el salto de los sueños a la realidad.

Besazos.