domingo, 20 de abril de 2008

126. No Quiero un Padre

Te refugiabas en él como una niña asustada ante la tormenta de la vida. Fue para ti una pareja, un amigo, y un padre. Eso último es lo que le echas en cara, cuando tú misma ibas a acurrucarte en su pecho.

Ahora dices que buscas alguien que te motive sexualmente, porque eso es algo muy importante. Fíjate, en eso ya tienes hechos muchos descartes: no eres ni para los eyaculadores precoces ni para los violadores en serie, ni para los impotentes ni para los disfuncionales. Los que tengan cualquier tara física que les impida mantener relaciones, tampoco tienen nada que hacer contigo.

¿Y tú me dices que enamorarse es lo mejor que le puede pasar a alguien?

Quizá tú no de él, pero él estuvo enamorado hasta las trancas de ti hasta que pasó lo que pasó. Me gustaría encontrármelo alguna vez por Madrid. Quizá su forma de quererte tenía algo de paternal porque él quiso ser tu roca, al menos hasta que la roca dejó de resultarte morbosa. Ser roca ya es difícil. Ser una roca pisoteada es muy duro. Te quiero y te respeto, pero no puedo darte la razón.

Sigues siendo la niña asustada, eso lo sabes tú, lo sé yo, y lo sabe quien te conoce. Ponte los caparazones que quieras, disfrázalo como mejor puedas, pero estoy seguro de que en esos momentos en que callas y te reencuentras, echas de menos a ese padre-amigo-novio que siempre quiso estar contigo, aun cuando tú no querías.

Niña L, pase lo que pase, nos tienes a tu lado. Eres un peligro si se te deja sola. Ahora me pido ser yo el padre que te ponga las pilas. Tú lo pediste. A D le deseo suerte en la vida. Te regalo una canción que espero sientas como tuya dentro de no mucho. A mí al menos me da paz.



A menudo me pregunto
por qué siempre que me besas me deshago...


5 comentarios:

Ana dijo...

Amor, admiración y respeto son intrínsecos. Sin paternalismos, sin miedos. Esencias complementarias y compenetradas, caminando hacia el mismo horizonte, convergiendo la mirada.
El padre te da la vida, el compañero la enriquece.

Un abrazo.

Audrey dijo...

yo no quiero un padre..xo si que quiero alguien q kiera ser mi roca, q me ayude,me proteja,que esté a mi lado cuando lo necesito y no me decepcione,...y tb kiero sexo del bueno con él :):):)
mua

Anónimo dijo...

No sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos... el sexo está muy bien, es necesario y es sano, pero hay muchas más veces en la vida en que necesitamos un hombro en el que apoyarnos que un cuerpo en el que retozar. Besos.

celtaj dijo...

Prefiero no comentar.
Según te leo, la tristeza me puede.

Un saludo.

Guitarrero dijo...

ANA:
En este caso, el padre sólo pasó el buen rato y puso la semillita. El compañero ha sido todo lo demás, aunque no hubiese querido serlo. A veces no queda más opción que ser paternal si de verdad te importa sacar a flote a alguien.
[Bienvenida de vuelta :)]

AUDREY:
Tú lo quieres toro, toro, toro, y en el Cortinglish debes tener muy buenas vistas.
O si no, siempre te quedará Álex, digo París.
Un besote sin mal rollo :P

ISABEL:
Espero que en algún momento se dé cuenta. Aunque ya nunca pueda volver a tener algo con él, al menos que vuelva a ser ella.
Ese tipo de frases no puede decirlas una persona que se precie de ser tal.

CELTAJ:
Tristeza y rabia.
Veremos si el tiempo finalmente cura.