domingo, 10 de diciembre de 2006

10. ¿Cómo se hace?

Tendrás que perdonarme otra vez. De nuevo volví a ser un despiste y no posteé tu entrada. Ni por ser más ni por ser menos. Hace ya tiempo escribí sobre ti, sobre mi único hermano, aquél que me recuerda que existe el género masculino entre tanta bella mujer que me rodea.

Siempre tuve el convencimiento de que llegarás donde quieras llegar. No te daba la nota y lo volviste a intentar. Querías hacer Medicina, y ahí estás. No deja de ser curioso, ya que de pequeño pedías a gritos una sábana para tapar el más mínimo corte. La sangre, que tiene ese color tan llamativo, te mareaba. Y ahora ya ves, adicto a las series de forenses y hablando con la peque de cosas raras que sólo entendéis futuros doctores y futuras enfermeras.

Ella desde siempre supo pasar por encima de tus defensas. La peque. Ella ahora te ve y lo pasa muy mal. Dice que hace poco tú te sentabas a su lado y le exigías que te escuchara porque tenías cosas que contarle. Ella se agobiaba y te mandaba a paseo. Está triste porque ahora ya no tiene oportunidad de mandarte a paseo. Está triste porque ya no te acercas a ella. Ni a la tramposa que hace puzzles del revés. Ni a mí. Te nos alejas.

Y yo no sé cómo se hace eso de entrarte dentro del alma. Soy muy torpe y necesito que me enseñes. No sé cómo se hace eso de hacerte sentir importante para mí. Lo has sido siempre, lo eres ahora. Y si no estás bien, infinitamente más. No sé cómo lo hacen aquellos en los que confías, aquellos a los que te abres. Me gustaría ser uno de ellos y no para cotillear ni echarte cosas en cara, sino porque me importas. No sé cómo hacer para estar cerca de ti. Tú no estás cerca de mí, sino que siempre estuviste dentro de mí, aunque no lo sabes. Me dueles, hermanito.

De tanto cariño, dueles. Y no sé cómo se hace para cambiar lágrimas por sonrisas esta vez. Ayúdame. Prometo no rendirme contigo. Prometo dejarme ayudar para ayudarte. Prometo confiar en el milagro.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

a veces es muy complicado entender a los hermanos pequeños. tenemos la custumbre de protegerlos para que no sufran, y a veces piensan que los protegemos porque son debiles, y se cierran a nosotros. no te preocupes, con el tiempo se dara cuenta de cual es la verdad.

raxitu

Guitarrero dijo...

¡Qué razón tienes Ángel!

Es cierto que no tenemos tanta culpa como nos echan, somos humanos. Sin embargo, cuesta muchísimo soportar malas contestaciones y caras de asco. Y lo que más cuesta, por encima de todo, es saber que alguien querido lo está pasando mal y no puedes llegar a él.

Quizá tengas razón y el tiempo dé respuestas.

Anónimo dijo...

javi te entiendo me pasa a mi lo mismo creo q tu hermano y mi hermana son parecidos q se entenderian ,nunca veras espresar sus sentimientos y nunca se deja ayudar,pero yo siempre le he dixo q tiene un brazo aqui pa llorar ahi q esperar a q se abra
un besazo

Guitarrero dijo...

No sé, chiki, intuyo que son temas diferentes pero gracias por el apoyo.

Feliz Año Nuevo a todos. Seguid estando cerquita.